Fotografía desde el corazón
No hay un truco mágico para fotografiar a los niños, si lo hubiese, ¿creéis que no lo utilizaría a diario?
Como ya sabéis los que sois seguidores de nuestro blog, los niños son nuestro fuerte, son nuestros tesoros, nuestro reto al que nos enfrentamos a diario. Por ellos abrimos las puertas de nuestro Baby-chic estudio cada mañana.
Una de las reglas de oro básicas y fundamentales para fotografiar a un niño, es seguir la lógica.
Las sesiones fotográficas de niños, han de ser divertidas, espontáneas, naturales… Los niños tienen que sentirse cómodos, relajados; hacer un suplicio de una sesión fotográfica porque los papás si, o si, queráis fotos, o una foto determinada con un elemento determinado, sea como sea… pues tal vez el resultado no va a ser el esperado.
Hay que dejar que las cosas fluyan, tomarse su tiempo y tener paciencia, son niños, se expresan a su manera y nosotros como fotógrafos debemos saber interpretar qué nos quieren decir y saber dirigir y redirigir las sesiones fotográficas.
Estas sesiones fotográficas de niños no son fáciles, porque si fuese así, todo el mundo lo haría, no os parece…?
No los niños por ser niños, tienen siempre el día, los mayores lo tenemos siempre…? Uy me he autollamado mayor, vaya…
Quizás, no sea a veces el día ideal para la sesión fotográfica, y tengamos que marcharnos para casa en busca de un mejor día, pues bueno, ya está, nos relajamos y a por otro día, seguro, que será más propicio, seguro…
Si os sirve de referencia, yo siempre tengo para ellos una recompensa en forma de chuches, chocolate ¡ uuummm ¡ que rico, pompas de jabón que les dejo soplar a su libre albedrio… como ponen todo…pues se limpia, (que para eso se inventó la bayeta), eso si, siempre y cuando accedan por decirlo de alguna manera a fotografiarse. Un pequeñito chantajillo que a veces hay que utilizar o por lo menos, yo lo utilizo, porque os recuerdo que no tiene que ser una obligación sino que tenemos que pasar un bonito rato.
Yo tengo devoción por mis niños, lo reconozco, aunque como ya sabéis, yo no tengo, y a estas edades… Yo con los que me visitan me doy más que satisfecha…
Gracias por venir y dejarme trabajar con vosotros, por dejarme expresar tal y como soy, de ser libre , ni os imagináis lo que me enseñáis día a día, no me dejáis de sorprender, ni lo hagáis…es increíble, me gusta escucharos, hasta os cuento historias mías que a veces escucháis con la boca abierta, como diciendo “pero qué dice…” y otras veces me decís una frase tan sencilla y tan simple, tan sincera, que me dais la respuesta sin saberlo, cómo podéis conseguir lo que no consiguen los mayores?
Me emociono cuando os veo crecer. A algunos os he conocido incluso antes de nacer. He seguido vuestros pasos…
Y cuando voy a vuestra primera comunión…, madre mía!…se me escapa alguna lágrima. Y siempre lo niego, recurro a “tengo una cosa en el ojo”, pufff “la alergia me mata” (que yo sepa no tengo ja ja ja)… o lo que se me ocurra en ese momento. Por no hablaros cuando a algunos os estoy haciendo las bodas y vais a tener un bebé……puffffff cuantos años recorriendo el camino juntos!!
Gracias por dejarme compartir con vosotros estos momentos.
Esta carta está escrita desde los sentimientos más profundos y sinceros. Espero que os llegue como a mi llegáis vosotros.
Por qué derroteros me he ido hoy no?
Vamos, que de los trucos que os iba a hablar nada de nada. Ha hablado el corazón.
Dejaré los trucos, que no son trucos como tal para el siguiente post.
Eso si, una regla de oro para fotografiar a mis chicos, es ser yo.
Fotografía desde el corazón.